Libro: “Iglesias evangélicas y derechos humanos en la Argentina (1.976/1.998)”
- (Autores: Pablo R. Andiñach –
Daniel Bruno – 2001 Ediciones LA
AURORA – Departamento de publicaciones de la Federación Argentina
de Iglesias Evangélicas – Páginas 160).
La presente obra muestra el desempeño de las
iglesias evangélicas durante el período 1976/1998 en lo que hace
específicamente a la tarea de denuncia de la violación de los derechos humanos
y al acompañamiento pastoral de las víctimas de la represión y sus familiares.
Lo hace en la perspectiva de contribuir tanto a la tarea pastoral de la
reconciliación dentro de la sociedad como de las iglesias mismas. En estas
páginas se recorre la historia del período resaltando la participación y el
compromiso asumido por laicos y pastores.
Los autores consideran que la clarificación
sobre lo actuado y una aproximación objetiva a la verdad permitirá vislumbrar
la tarea evangélica que las iglesias tienen todavía por delante.
Extraemos entre otros conceptos “ … Palabras
preliminares: … Hoy en día la palabra misión es usada frecuentemente y
a veces con poca profundidad por las iglesias. La misión de DIOS incluye a la
iglesia como cuerpo de Cristo, y tiene como fin restablecer la vida y el
ministerio de Jesús en la historia contemporánea. Este restablecimiento no solo
llama a la iglesia a ser una comunidad de oración por la paz y la justicia en
el mundo sino también a mostrar en sus actos que realmente es una organización
de paz y justicia. Este compromiso de la iglesia se manifiesta cuando se pone a
favor de los marginados y los crucificados. Esta no es una tarea fácil pero
ésta es la costosa naturaleza del discipulado cristiano. No estamos sugiriendo
que se deba ir buscando el sufrimiento, la pena y la muerte. Pero como pueblo
de Dios, cuando nos oponemos a los poderes de este mundo que intentan
engañarnos queriendo pasar ellos mismos como instrumentos de la voluntad de
DIOS, encontraremos que esos poderes usarán todas sus fuerzas para callar a las
iglesias y crucificar al resto fiel que lo desenmascara. Esos que rompan el
silencio serán identificados con el crucificado. Es ahí y en ese
restablecimiento que la iglesia se convierte verdaderamente en el cuerpo de
Jesús. El estudio escrito por Pablo R. Ardiñach y Daniel A. Bruno muestra la
luz y las sombras en las iglesias argentinas entre 1976 y 1998 y la lucha
llevada a cabo por innumerables mujeres, hombres, clérigos, jóvenes seguidores
de Jesucristo. Muchos han muerto en la lucha y un incontable número de personas
dentro y fuera de la iglesia han luchado y continúan luchando siendo testigos
del reino de DIOS en medio de la muerte. Aunque lo peor ya pasó, las iglesias
en Argentina continúan siendo el signo de la comunidad del sahlom bíblico (esto es: paz, verdad, piedad y justicia). Es verdad
que la Argentina
ha sido capaz de volver a la ruta de la democracia, pero es un camino difícil y
con muchos obstáculos. Argentina es una nación aún clamando por justicia y por
verdad sobre sus hijas, hijos y bebés. Sin embargo, todavía hay fuerzas en la Argentina y en la
iglesia misma que intentan callar el clamor por la verdad y justicia apelando
al olvido del pasado a favor de una supuesta unidad nacional. Esto es un
indicio más de que no es fácil lidiar con las heridas del pasado. Esta no es
una tarea fácil y muchos países han luchado con este dilema en un pasado
reciente. ¿Podremos aprender algo positivo de la experiencia de la comunidad
cristiana alrededor del mundo con el fin de evitar errores y mejorar la tarea
de la reconciliación en Argentina?
Es importante para una nación poder entender
su pasado con el fin de darle forma a su presente y construir un futuro. En
este contexto la iglesia como cuerpo de Cristo tiene un importante papel …
Estamos al tanto de que el perdón no es
entendido correctamente entre muchos cristianos y en ocasiones es usado como
una gracia barata, pero el perdón no significa olvidar el pasado. Es un camino,
y uno llega al punto de perdón si es capaz de mirar a los victimarios y a su
propio pasado sin amargura. Según Walter Wink “el perdón no significa que uno
condene o acepte el comportamiento de sus victimarios. La víctima no se torna
ciega ante el crimen; sino que se libera de la tortura psicológica, y de este
modo busca la forma de encontrar la justicia motivada no por venganza sino por
la búsqueda de una transformación universal. Abrigar enemistad y buscar
venganza solo perpetúa el poder del opresor para dominar a sus víctimas mucho
después de ocurrida la agresión. Por el contrario, en su nivel más fundamental
el perdón libera a la víctima.
Espero que este libro no se convierta
simplemente en un documento histórico sino que sea un recurso espiritual para
que todos los argentinos, evocando la memoria de su pasado, puedan decir con
profunda convicción: NUNCA MÁS.
Febrero de 2.001. Rev. Dr. Rienzie Perera –
Director de Investigaciones Life & Peace Institute – Uppsala, Suecia …
(Pág. 10)
Introducción: La presente obra
muestra el desempeño de las iglesias evangélicas durante la dictadura militar
del período 1976-1983 y durante el período posterior de la democracia hasta el
presente (1984-1998), en lo que hace específicamente a la tarea de denuncia
frente a la violación de los derechos humanos y al acompañamiento pastoral de
las víctimas de la represión y sus familiares … (Pág. 11)
La reconciliación: En estas páginas la
palabra reconciliación tiene un contenido específico. Con ella nos referimos al
reencuentro con la vida de la persona dañada física o espiritualmente.
Entendemos que la gran tarea pastoral fue y es ayudar a esa persona lastimada a
seguir viviendo, a entender que a pesar de la tragedia que le ha tocado vivir
debe continuar con la vida … Hoy, que aparecen espiritualismos en cada esquina,
es más necesario que nunca decir que en esa tarea pastoral y política se puso a
prueba la fuerza espiritual de las iglesias. Allí la fe encontró ocasión para
validase, para hacer realidad el amor que la fundamentaba o mostrarse esquiva y
mentirosa. Y fue en la defensa de esa vida
real de hombres y mujeres, vida que es también Cristo manifestado en el
cuerpo del perseguido y humillado, o en los huesos innominados y llorados como
propios, donde se midió y mide el compromiso con la palabra prometida ante el
resucitado, con el Padrenuestro dicho de memoria. Y es a esa luz que se deben
evaluar lealtades y traiciones, la palabra dicha y la palabra callada, la mano
abierta que se ofrece en ayuda, o que se esconde en el bolsillo, o que se hace
puño cerrado y preparado para el golpe … (Pág. 14)
Reconciliación dentro de las iglesias: Hay otro aspecto de la
reconciliación que aún está pendiente. Y es el que tiene que ver con la
reconciliación dentro de las iglesias mismas. Durante la dictadura los hermanos
y hermanas de una misma iglesia no siempre coincidían respecto al rol que los
cristianos debían ejercer en la sociedad. Muchos pensaron que la dictadura era
un “mal necesario” para impedir otros males peores, otros que las torturas y
desapariciones no eran ciertas sino mera propaganda anti-argentina que desde el
exterior organizaban los exiliados para desprestigiar a un gobierno que los
había derrotado. Hay que decir en su descargo que la dictadura utilizó con gran
destreza los medios masivos de comunicación para dar una imagen falsa de su
accionar, evitar la información veraz y desacreditar a quienes se oponían a sus
acciones. Y muchas personas honestas quedaron atrapadas por esa propaganda.
También que gran parte del periodismo –sea por miedo a la represión o por
afinidad ideológica con el gobierno militar- colaboró a crear la imagen de que
los militares del gobierno eran hombres decentes y cristianos que no aspiraban
a otra cosa más que normalizar un país que había llegado al caos social. Todo
esto produjo división dentro de las iglesias y rechazos de variado tenor a
declaraciones públicas, solicitadas en los diarios y artículos firmados en
revistas denominacionales y seculares. Pasados quince años del reencuentro con
la democracia todavía quedan heridas abiertas que no sanarán tan sólo por el
paso del tiempo sino –como en otros campos de la sociedad- por la aceptación en
humildad de la verdad de lo que sucedió, el deseo sincero de que la justicia
actúe allí donde corresponde que lo haga, y la disposición mutua a perdonar a
aquel hermano o hermana que se excedió, que no supo o no pudo ver la realidad,
que no entendió lo que pasaba, o que se inclinó por una opción que resulto
equivocada.
Es nuestro deseo que estas páginas
contribuyan por un lado a revisar nuestra historia eclesial y así comenzar a
reconciliarnos entre hermanos y hermanas . Por otro a dejar testimonio de
aquellos que jugaron sus vidas por los demás, a veces con la incomprensión de
quienes los rodeaban , para que las posteriores generaciones sepan de su fe y
su compromiso. Y finalmente para contribuir a mejorar nuestra tarea pastoral
actual hacia los que sufren en trato injusto, esa función indelegable que el
Señor ha dado a su IGLESIA y sin la cual toda comunidad de fe pierde sentido … (Pág.
15)
“ … El momento difícil por el que atravesaba
el país demandaba un esfuerzo conjunto. De hecho ya había una historia
recorrida en ese sentido. En la
Argentina no era novedoso que cristianos de distintas
confesiones se unieran buscando hallar un lugar para la vida y la paz. Quince
años antes, en 1961, se había organizado en el Río de la Plata la Fraternidad de
Reconciliación y Paz, cuyo mayor exponente era el pastor Earl Smith que residía
en el Uruguay y estaba acompañado por el obispo metodista Carlos Gattinoni, el
arquitecto Adolfo Pérez Esquivel, el entonces pastor Federico Pagura y el pastor
Mortimer Arias, en ese momento ya Obispo Metodista de Bolivia … (Pág. 31)
Durante los primeros meses de 1.976 se formo
el Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos (MEDH) … (Pág.33)
A partir de allí quedó conformado su Consejo
Pastoral por los líderes de varias iglesias presentes en la FAIE. En la dirigencia
del MEDH debe destacarse la figura del Obispo Federico Pagura de la Iglesia Metodista,
el pastor metodista Emilio Monti (actualmente ambos pastores residen en la
ciudad de Rosario) … La principal tarea de este organismo durante los primeros
años de la dictadura fue la de denunciar la violación sistemática de los
derechos humanos, especialmente frente a las iglesias y organismos defensores
de los derechos humanos del exterior del país. Otro aspecto de su trabajo fue
el de otorgar apoyo legal y pastoral a las familias de las victimas.
En los
primeros años de la dictadura fue destacable la actuación de muchos pastores
evangélicos abriendo sus iglesias para que pudieran reunirse allí quienes querían
resistir al terror, entre ellos los familiares de los desaparecidos que
comenzaban a organizar sus reclamos … (Pág. 35)
Los costos
Como consecuencia de su compromiso varias
iglesias evangélicas y muchos de sus miembros fueron blancos de bombas, secuestros
y amenazas en no pocas oportunidades. De acuerdo con la documentación e
investigación llevada a cabo por el MEDH, la suma de desaparecidos y personas
asesinadas evangélicas durante este período es de aproximadamente 40. Aunque es
probable que sean más, debido a que no se cuenta con información respecto a
víctimas que hayan sido miembros de iglesias pentecostales, bautistas y otras
denominaciones no vinculadas a esa institución, las que tampoco tuvieron
mecanismos eclesiales propios para canalizar la denuncia pública o ante las
autoridades militares.
Hay hechos
concretos que corresponde evocar como casos emblemáticos que muestran como esas
amenazas en una buena parte se convirtieron en actos concretos de agresión. El
4 de octubre de 1.976 fue allanada la Primera Iglesia
Metodista de la ciudad de Rosario donde funcionaba la COMISIÓN COORDINADORA
DEL ACNUR (Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados). De esa
IGLESIA se LLEVARON ARRESTADAS A SESENTA PERSONAS. El pastor Ernesto Nielsen en
una predicación posterior a esos hechos decía:
- Nuestra participación en los problemas
actuales del país y del continente requerirá muchas veces correr estos riesgos,
en obediencia a la vocación de servicio que el Señor Jesucristo nos dio -… (Pág.37)
En esa misma época una bomba destruyó el frente de la Iglesia Metodista
de Mendoza …
El 1º de enero de 1977 fue secuestrado y desaparecido el
Dr. Mauricio López, reconocido intelectual en los ámbitos de la sociología y
filosofía, miembro de la
Iglesia de los Hermanos Libres pero en ese momento trabajando
en forma estrecha con la
Iglesia Metodista de Mendoza …
Algunos meses más
tarde, el 4 de mayo de 1977, es secuestrado y asesinado Oscar Alajarín …
En noviembre de 1980 … Instituto Superior Evangélico de Estudios
Teológicos (ISEDET) … Un día antes del evento al que se esperaba concurrieran
más de 300 personas, tres poderosas bombas incendiarias destruyeron en gran
medida la planta baja de la
Biblioteca de la Institución …
Como era costumbre en esos tiempos, las
víctimas de actos de represión terminaban siendo los culpables merecedores de
tales actos.
El sector
comprometido de la
Iglesia Católica fue también muy golpeada en todos sus
niveles. El obispo Angelelli de la
Rioja fue asesinado … El Obispo Ponce de León, de la diócesis
de San Nicolás …las monjas francesas de las Misiones Extranjeras, Alice Domon y
Leónie Duquet … Entre los seminaristas cabe mencionar a Salvador Barbeito y
Emilio Barletti, de la comunidad Palotina … (Pág. 38)
Los
militares que se habían apropiado del poder político, se autodefinían como
fervientes católicos que venían a defender el estilo de vida occidental y
cristiano de supuestas fuerzas extrañas que pretendían disolverlo. El Alte.
Emilio Massera declaró a la revista Familia Cristiana en 1.977:
- Nosotros, cuando actuamos como poder
político, seguimos siendo católicos … Sin embargo, como todos obramos a partir
del amor, que es el sustento de nuestra religión, no tenemos problemas …-
Sin embargo
la brutalidad y saña con que fueron reprimidos estos sectores de cristianos
comprometidos tanto católicos como evangélicos, dejó claro el hecho de que su
cristianismo declamado no era otra cosa que un instrumento ideológico para
canalizar sentimientos despreciables hacia toda expresión de FE genuina que
pudiera emerger de la vida cotidiana de los pueblos. Muchos testimonios de la
represión recordaron ver símbolos católicos como crucifijos o imágenes de la Virgen María en las
paredes de algunas salas de tormentos o en los lugares de detención. Esto que
hiere la sensibilidad de cualquier persona católica fiel y sincera, era una
forma hacia adentro de la fuerza militar de afirmar el carácter sagrado de la
lucha que se llevaba a cabo y de legitimarla invocando el resguardo de los
verdaderos valores religiosos constitutivos de la nacionalidad argentina. A su
ves ofrecía una contención psicológica para los torturadores que se sentían
respaldados por Dios al llevar a cabo actos degradantes para la conciencia
humana …(Pág. 39 y 40)
4.- Conclusión del Capítulo III … Esta última década ha
provocado que las iglesias redimensionaran su misión. Durante las dos décadas
anteriores, la tarea por la pacificación revestía un matiz casi excluyente a la
luz de las flagrantes violaciones a los DDHH por parte de un Estado terrorista
y sus secuelas en la primera parte del gobierno democrático. Como vimos,
descendido ya el nivel de urgencias, emergieron otros aspectos que ubicaron a
las iglesias frente a realidades menos puntuales, más amplias y con una
complejidad distinta. Por un lado, las iglesias buscaron la manera de tender a
profundizar las relaciones democráticas entre los ciudadanos y al mismo tiempo
reconocer, analizar y denunciar las implicancias económicas, sociales,
culturales y pastorales del aparente triunfo del sistema neoliberal de globalización
mundial en la vida de las personas. Por otro, desde varios sectores se está
evaluando la tarea en la defensa de los derechos humanos realizada en las
décadas anteriores y se descubren así nuevas formas de violación de la vida y
sus derechos bajo otras circunstancias. Por último, vemos que en ciertas forma
existe un vuelco hacia el interior de las iglesias, expresado esto en un
trabajo enfocado más hacia las comunidades locales y sus necesidades. Vuelco
que podemos extender provocado por dos actitudes que no se excluyen entre sí: la
búsqueda de aspectos de la misión de la iglesia, que fueron eclipsadas a causa
de la urgencia impuesta por las condiciones sociales durante la dictadura y el
terrorismo de Estado, y el temor ante los cambios ocurridos en la sociedad
entre mediados y fines de los años 80 y del cual todavía a muchas iglesias – y buena parte de los
actores sociales- les cuesta entender y generar una palabra alternativa.
De nuestra investigación surge que frente a
estas realidades la iglesia aún no ha desarrollado una profunda reflexión.
Existen por el momento más reacciones intuitivas que una planificación que sea
el fruto de un marco de comprensión más amplio. Tal vez sea éste uno de los
desafíos más importantes a encarar: buscar definir el perfil del servicio al
que las iglesias son llamadas a dar en esta nueva etapa de la conformación del
mundo social y económico, y comenzar a generar pensamientos y análisis
teológico sobre los datos de esta nueva realidad. La pregunta por cómo puede
responder en esta nueva hora en forma efectiva y creativa al llamado del Señor
cuando convoca a sus seguidores a ser “testigos hasta el final”, será siempre
la pregunta con la cual toda iglesia ha de comenzar a vislumbrar su proyecto
misionero …(Pág. 110)
IV. Testimonios
La
presente sección incluye doce testimonios de personas que estuvieron
involucradas en organismos de derechos
humanos y que accedieron a contar sus experiencias … (Pág. 111)
V. Conclusión
Pensamientos
y evaluaciones
El recorrido de casi veinticinco años de
testimonio de las iglesias en la
Argentina nos deja un grupo de pensamientos y sabores que
tendrán que ir madurando en los primeros años del próximo siglo …
Recorrer los días y los hechos hace surgir en
el pensamiento una fuerza inmensa que llama a la esperanza. Porque el descenso
a los infiernos que significó abrir los ojos a una realidad atroz, y a la
valentía de aquellos que pudiendo mirar para otro lado decidieron en fidelidad
a Dios encarar la tarea de echar luz donde las tinieblas habían ya plantado su
campamento, no puede menos que invitarnos a mirar con gratitud hacia atrás y
con responsabilidad hacia delante … (Pág. 155)
LIBRO RECOMENDADO:
“Iglesias
evangélicas y derechos humanos en la Argentina (1.976/1.998)”
Autores:
Pablo R. Andiñach – Daniel Bruno
2001
Ediciones LA AURORA
–
Departamento
de publicaciones de la Federación Argentina
de Iglesias Evangélicas
Páginas
160
ISBN
950-551-136-1
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